¿Qué república quieren nuestros republicanos?

.El primer obstáculo con el que topa el debate sobre república o monarquía en España es la confusión semántica. Es tal el despiste al respecto que se hace necesario aclarar tres obviedades antes de arrancar. República no es sinónimo de democracia, una república no tiene por qué ser de izquierdas y no en todas las repúblicas el jefe de Estado se elige mediante unas elecciones presidenciales.

Si este primer párrafo del artículo le parece un perogrullada, enhorabuena. No todos los españoles opinan lo mismo, y si quiere comprobarlo inmiscúyase en alguna de las numerosas y airadas discusiones sobre el modelo de Estado que ha despertado la abdicación del rey Don Juan Carlos.

Si uno se asoma por alguna de las multitudinarias manifestaciones a favor de la república puede caer en el espejismo de que el republicanismo es un bloque monolítico y sin fisuras cuyos partidarios comparten un modelo político común y claramente delimitado.

No es cierto. Puede que muchos de los que estos días ondean una bandera tricolor con la llamativa franja morada pretendan reeditar sin más reflexión la II República, pero en caso de que en España se inicie una reforma política estructural habría mucho que debatir sobre la configuración de la III República.

Si asumimos que España quiere seguir siendo una democracia con separación de poderes y un Estado de derecho, o sea que no quiere convertirse en una república popular, el debate es tan amplio como la distancia que separa a dos sistemas tan dispares como el de Estados Unidos y el de Italia.

La pregunta, por tanto, es: ¿Qué república quieren los que se declaran republicanos?

Poca concreción y sobre todo en la izquierda

Izquierda Unida apostaría, por ejemplo, por una república como la existente en "Italia, Grecia o Portugal". Tal y como explica su diputado Ricardo Sixto, "no sería una república presidencialista sino todo lo contrario, donde el presidente fuera un símbolo del Estado, un poder moderador pero que no tuviera un protagonismo muy directo en la vida política ni un ámbito de decisión muy importante. Nuestro modelo iría por una república participativa más que presidencialista, en el cual el poder de la gente estuviese por encima del poder nominal de una sola persona".

Izquierda Unida esboza cuál es el modelo republicano que ellos desean. No es lo habitual. Las proclamas a favor de la República suele coincidir en España en dos aspectos: la vaguedad y el izquierdismo. De los partidos nacionales con representación parlamentaria, sólo se declaran republicanos los de izquierdas.

El PSOE es el menos beligerante en este aspecto, pero por tradición y convicción alberga una considerable corriente de opinión a favor de un sistema republicano. En la Conferencia Política de noviembre de 2013, Izquierda Socialista dejó constancia de que "un modelo de Estado federal, laico y participativo conlleva a replantear y recuperar la forma republicana de Estado. Tengamos en cuenta que los conceptos de Estado laico y República forman parte del acervo del Partido Socialista".

La postura oficial del PSOE a partir de la Constitución de 1978 es de defensa de la monarquía parlamentaria, a pesar de que el propio Alfredo Pérez Rubalcaba reconoció que su partido tenía "hondas raíces republicanas". En 1976, sin ir más lejos, el PSOE propugnaba "la instauración de una República Federal de Trabajadores integrada por todos los pueblos del Estado español" con dos Cámaras, la legislativa y una integrada por los entes federados. Hoy algunos de sus militantes ondean banderas del partido en movilizaciones prorrepública, pero sus dirigentes apuestan de forma inequívoca por la continuidad dinástica en la figura de Felipe VI. (Que contradicción entre militantes-simpatizantes y dirigentes)

Las proclamas a favor de la República suelen coincidir en España en dos aspectos: la vaguedad y el izquierdismo

Uno de los partidos que se declaran inequívocamente republicanos es Equo. Su cabeza de lista en las últimas generales, Juan López de Uralde, aclara: "Nosotros apostaríamos por una república ciudadana en el sentido de hacer una reforma constitucional encaminada a democratizar de arriba abajo nuestras instituciones y que la ciudadanía tuviera mucha más voz de la que hasta ahora tiene. El jefe de Estado en cualquier república moderna tiene un carácter más representativo que político". En Equo prefieren no tomar ningún país como referente, siquiera aproximado, porque "la república [en España] ha de ser un modelo propio basado en la ciudadanía".

¿En que se diferenciaría la III República de la II República española? López de Uralde contesta: "La diferencia con la II República está en que los tiempos son diferentes, ahora hay una demanda de republicanismo bastante transversal. En todos los ámbitos ideológicos hay sectores bastantes favorables al cambio de modelo de Estado. Debería ser un proceso, el de la llegada de la República, absolutamente democrático y con un consenso alto de la mayoría de la población".

Al otro lado del espectro político, en la derecha, es difícil encontrar voces que propongan un cambio en la Jefatura del Estado. Antonio García-Trevijano ha escrito cientos de páginas sobre la teoría de república que defiende su Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional.

"La función histórica de la República Constitucional viene dictada por la necesidad de dar a la sociedad civil el protagonismo de las libertades públicas y, especialmente, el de la libertad política, para que la república sea el asunto común de los ciudadanos", asegura esta destacada figura de la lucha contra Franco. "Los futuros gobiernos republicanos serán de derechas o de izquierdas, según sea la naturaleza ideológica de las mayorías absolutas que determinen la elección del poder ejecutivo y la composición del legislativo. (...) Pero la acción de republicar y de republicanizar no consiste en un acto que el Estado pueda decretar en virtud de su autoridad, sino en un proceso continuado de humanización, unificación y nacionalización de lo público, que solamente la acción societaria puede emprender, con iniciativas libres y horizontalmente convergentes, para que emerja de su seno una sociedad política intermedia, que interprete las necesidades y represente los intereses de la sociedad civil ante el Estado", concluye en uno de sus artículos sobre republicanismo.


http://www.zoomnews.es/325110/actualidad/espana/que-republica-quieren-nuestros-republicanos

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