Dos ideas que explican la existencia de estructuras antimendigos


Hace unos meses publicábamos que los habitantes de la ciudad francesa de Angulema se indignaron por el hecho de que en la víspera de Navidad el municipio cubriera con rejas los nuevos bancos de la localidad para que las personas sin hogar no los ocuparan.

Esto no es nuevo. Aquí en España Burger King hacía lo mismo con sus ventanas, en Alicante se partían los bancos por la mitad y Ana Botella inauguraba nuevas paradas de autobús en las que resulta imposible tumbarse. Primera idea clave: gentrificación.

Es un proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva. El efecto más notorio de la gentrificación es el desplazamiento de las clases populares. Este desplazamiento puede tener lugar bajo distintas formas, pero se produce principalmente con base en la situación de la vivienda.

Es decir, que si esa gentrificación no se produce, digamos, por causas naturales, se fuerza. Un ejemplo meridiano lo encontramos en la propia alcaldesa de Madrid, que vende la vivienda social a los fondos buitre, con el consecuente desalojo de los inquilinos que no puedan hacer frente a un alquiler que hasta se puede triplicar, pensando en atraer a nuevos vecinos que sí lo hagan. En la arcadia económica liberal, esto producirá un aumento del consumo en el barrio, mayor recaudación, etc.

Otro caso más reciente y escandaloso venía ilustrado por el documental Ciutat Morta, cuando las excavadoras se metían hasta el fondo en un barrio donde la mayor parte de los habitantes eran clases populares, lo que provocó aquellas protestas cuyo trágico desenlace ya conocemos todos.

@carlosgomezgil La humanidad del PP: bancos antimendigos instalados por Ayto. de Alicante que dificultan sentarse e impiden tumbarse.

                                      La humanidad del PP: bancos antimendigos instalados por Ayto. de Alicante que dificultan sentarse e impiden tumbarse.

Si el proceso corresponde a toda una filosofía para estructurar la economía, el urbanismo, el estilo de vida y hasta la forma de pensar, ¿cómo iban a permitir la presencia de mendigos a la vista de todo el mundo, débiles perdedores en una nueva sociedad en la que todo va a ser lujo y expansión?

Y vamos con la segunda idea, más puramente económica: la teoría de la filtración (trickle down theory). ¿Qué nos dice? Que cuanto más ricos sean los ricos, mejor. Sobre todo por lo bien que viven los pobres cuando hay ricos.
La mejor manera de ayudar a los pobres y mejorar su situación financiera es aumentando la riqueza de los ricos. Aplicando exenciones fiscales para los negocios, las corporaciones y la clase rica, la riqueza supuestamente se filtra hacia abajo, a las clases medias y clases más bajas, en forma de sueldos más altos y un aumento en el consumo. Cuando las personas ganan más, gastan más, y por lo tanto más bienes tienen que ser fabricados, creando más trabajos. Además, si los negocios son dados exenciones fiscales, los empleados pueden beneficiar con salarios más altos o mejores beneficios.


Nombre alternativo: Reaganomics, en honor al inefable Ronald Reagan, ídolo de conservadores patrios metidos a liberales, presidente de los EEUU en los años 80. Los impuestos de los más ricos pasaron desde 70% a 28%. Sus políticas también influyeron un período de estampida económica, inflación baja, y desempleo bajo. Sin embargo, a Reaganomics también se le atribuye la disminución de ahorros personales, la crisis de los Savings & Loans, la del mercado de 1987, un déficit en el balance comercial, y el aumento de la deuda pública de los Estados Unidos desde $700 mil millones a $3 trillones.

Así que ya lo sabemos. Los desahucios, la venta de pisos a fondos buitre, la subida perpetua de precios y la congelación de salarios tienen todos una explicación teórica: los más ricos tiene que ser cada vez más ricos para que usted pueda vivir mejor siendo pobre. Pero tenga mucho cuidado con no llegar a ser demasiado pobre en este proceso, o de lo contrario acabará sufriendo el rigor de los hierros en las ventanas, las jaulas en los bancos o las paradas de autobús partidas por la mitad.

Fuente: http://ultimoborbon.com/ultb/?q=aggregator/categories/1

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