La OTAN tiene una pesadilla llamada 'Iskander'


RIA Novosti / Alexander Vilf

Además de un alto rendimiento de combate, el sistema de misiles táctico ruso Iskander tiene una característica nada despreciable: mencionar su nombre basta para que los países cambien sus planes.



La posibilidad de la presencia de Iskander, sistema de misiles que lleva el humilde adjetivo 'táctico', cerca de las fronteras de algún país cambia los planes de alianzas político-militares.

Así ocurrió en Polonia. Después de que Rusia anunciara sus planes de instalar los sistemas Iskander en la región de Kaliningrado, un enclave ruso en Europa central, los Estados Unidos abandonaron sus planes de montar instalaciones de defensa antimisiles en este país.

"El sistema de misiles táctico-operacional Iskander es un arma que puede influir en la situación político-militar en distintas regiones del mundo", dice un informe de la CIA publicado en 2012.

¿Por qué el mundo tiene tanto miedo de los Iskander? ¿Por qué la noticia de que Rusia adoptará una nueva modificación del sistema, Iskander-K, provocó una  respuesta de la OTAN rayana en la histeria? Antes incluso de que se dieran a conocer sus características, Rusia fue acusada de querer desestabilizar la situación en Europa, amenazar a una serie de países, violar los tratados y acuerdos... y todo por culpa de un misil.

La respuesta es sencilla: este misil garantiza la destrucción del objetivo. Es muy difícil de localizar e imposible de derribar.


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Invulnerable


El misil del sistema vuela muy rápido y a muy alta o superbaja altura, en función de su versión y objetivo. La velocidad de vuelo ronda los 4 Mach (cerca de 5.000 km/h) y su alcance llega a 500 kilómetros en la versión Iskander-M (la versión de exportación tiene un alcance de 280 kilómetros). Todas las piezas del misil que sobresalen se retiran inmediatamente después del lanzamiento, mientras que la superficie del misil tiene un recubrimiento nanoestructurado que hace al Iskander invisible a los radares enemigos.

En la trayectoria inicial y final Iskander procede a maniobras impredecibles con sobrecargas de 20-30G. Para destruirlo un misil interceptor debe maniobrar 2-3 veces mejor, pero actualmente no existen misiles capaces de esto ni hay perspectivas de que existan en un futuro próximo.

El guiado de los Iskander es combinado: sistema inercial, guiado por radio, GPS, GLONASS, láser y óptico (estos dos últimos en la fase final de la trayectoria). La probable desviación del blanco no supera los 2 metros (en la versión 'interna', y unos 50 metros en la versión exportada).

Doble garantía de impacto

Sin embargo, el Iskander-M no puede ser calificado de 'asesino absoluto'. Una modificación de misiles con sistema de guiado óptico puede, por ejemplo, resultar engañada por el equipo enemigo o unas nubes bajas en el área del objetivo.

Un misil con sistema de autoguiado por radar también puede ser desviado de su blanco por medios de guerra electrónica modernos. Pero un misil de crucero, siguiendo estrictamente una ruta, sin la ayuda de sus propios sensores, solo puede ser derribado físicamente. Este es el caso de Iskander-K.

Los ingenieros rusos están seguros de que el lanzamiento de dos misiles Iskander de distintas versiones, con diferentes sistemas de orientación y trayectoria de vuelo, garantiza un impacto seguro en el objetivo.

Un Iskander-K realiza intensas maniobras, dispersa señuelos, 'ciega' y suprime radares de sistemas antiaéreos, mientras que un misil de Iskander-M vuela en silencio a una altura de 6 metros, sin perder tiempo en busca del objetivo y por una trayectoria programada. Como resultado, al menos una ojiva de 480 kilogramos de peso llega a su destino.

El lanzador de la versión 'rusa' de los Iskander está diseñado para portar dos misiles y puede lanzarlos casi simultáneamente.

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A la luz de las tensiones entre EE.UU. y Rusia, el despliegue del sistema antimisiles a lo largo de las fronteras rusas (en flagrante violación del acuerdo que limita la defensa antimisiles de dos países) despierta una preocupación en Moscú.

El 7 de noviembre de 2014 Estados Unidos probó con éxito un sistema de defensa antimisiles Aegis en tierra. El sistema será instalado en Rumania en el 2015. Durante las pruebas se lograron eliminar las 3 amenazas: un misil balístico de corto alcance y 2 misiles de crucero a baja altura.

Leonid Nersesián, analista militar del portal de noticias ruso 'Regnum', considera en detalle las posibles formas de respuesta de las Fuerzas Armadas rusas a la unilateral retirada de Estados Unidos del tratado sobre la limitación de la defensa antimisiles y el despliegue de estos sistemas directamente en las fronteras del país:


Respuestas planificadas e implementadas1.

 Despliegue de sistemas de misiles tácticos Iskander-M en Kaliningrado 

www.rostec.ru

Estos misiles, sobre todo si están dotados de ojivas nucleares tácticas, neutralizarán a los sistemas antimisiles que serán desplegados en el 2018 en Polonia.

Y si se utiliza el nuevo misil de crucero R-500, con un alcance estimado de aproximadamente 2.000 kilómetros, en la mira de estos sistemas estará casi toda Europa.

Con el fin de ejercer una mayor presión sobre los países europeos que alberguen sistemas antimisiles estadounidenses, no se descarta la dotación de los Iskander con ojivas nucleares tácticas.

2. Creación de un sistema más moderno de misiles balísticos intercontinentales

Este proceso está en plena marcha: las tropas estratégicas están siendo dotadas activamente con los nuevos misiles Topol-M y Yars, está vez cargados con tres cabezas en lugar de una.

Estos misiles balísticos intercontinentales móviles están equipados con distintos mecanismos para romper la defensa antimisiles: por ejemplo, ganando rápidamente velocidad y altura en la parte inicial de su trayectoria, cuando son más vulnerables a los sistemas antimisiles enemigos.

En la etapa final de la trayectoria las ojivas que se separen del portador realizan maniobras y desviaciones aleatorias.

Además se desarrolla el nuevo misil pesado propulsado por propelente líquido, el llamado 'Sarmat', que en el 2018 comenzará a reemplazar a su temible predecesor: el R-36M, apodado 'Satanás' por la OTAN.

3. Desarrollo de misiles de mediano alcance

Sin embargo, es de suponer que el nuevo misil balístico intercontinental Rubezh, siendo en realidad una modificación del Yars, es capaz de actuar como un misil de alcance medio (hasta 5.500 kilómetros), así como intervenir como un sistema intercontinental, hecho que ofrece la posibilidad de apuntarlo contra cualquier base estadounidense en Europa.


Ramil Sitkidov

Por su parte, el misil R-500 del sistema Iskander, una vez equipado con una ojiva nuclear, también puede desempeñar la función de un misil de mediano alcance.


Posibilidad de una 'respuesta supersevera'

1. La adopción de la versión 'orbital' del misil Sarmat

La modificación orbital de este temible misil difiere de su hermano 'convencional' por el hecho de que sus ojivas pueden ser colocadas en órbitas bajas de la Tierra y se convierten temporalmente en sus satélites.

De este modo, sus ojivas pueden acercarse a su objetivo desde absolutamente cualquier dirección desde la órbita, al realizar un giro alrededor de la Tierra.

El alcance de estos misiles no es limitado, a diferencia de cohetes lanzados desde Tierra. En consecuencia, los silos de lanzamiento pueden ser instalados en cualquier parte del enorme territorio ruso, fuera del alcance de los sistemas antimisiles estadounidenses (por ejemplo, lejos de mares y de la frontera con Europa).

La posibilidad de que los misiles del potencial adversario se acerquen a sus objetivos desde cualquier dirección hará a los Estados Unidos desplegar un número mucho mayor de elementos de la defensa antimisiles en todo el país, que tendrá costes enormes.


Vadim Savitsky

2. Despliegue de satélites con ojivas nucleares

Técnicamente, esta tarea no debería causar dificultades y va a ser muy eficaz, ya que excluye la intercepción de los misiles en la fase inicial de vuelo. Sin embargo, el despliegue de armas nucleares en el espacio está prohibido por el acuerdo pertinente.

Para contrarrestar esta amenaza los Estados Unidos se verán obligados a invertir enormes sumas en el desarrollo de 'satélites-asesinos' (vale la pena señalar que proyectos similares se desarrollaron con anterioridad, tanto en EE.UU. como en la URSS).

Y por último, la historia demuestra que los intentos de llegar a un acuerdo con Estados Unidos 'por las buenas' casi nunca tuvieron un resultado aceptable para la URSS y Rusia, en contraste con el lenguaje de la fuerza, sugiere el analista.



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