EE.UU Nos envio el mensaje: "SI NO ENTRAN EN LA OTAN NOS HAREMOS CON CANARIAS"

Adolfo Suárez treinta años después aclara las razones de una alianza

OTERO NOVAS: "CARTER NOS AMENAZÓ,"SI NO ENTRAN EN LA OTAN NOS HAREMOS CON CANARIAS"


QUIÉN ES OTERO NOVAS

  
   

José Manuel Otero Novas es un arquetipo de aquellos hombres del franquismo tardío que pocos meses antes de que se produjera la muerte del dictador, comenzaron a preparar el equipaje para poder estar en condiciones de convertirse en "demócratas de toda la vida".



 Novas,  licenciado en Derecho por la Universidad Oviedo, como tantos otros aspirantes a una ubicación privilegiada en la Administración pública, opositó al cargo de abogado del Estado en 1967, función que terminó ejerciendo posteriormente en la Administración y los  Tribunales gallegos, en la Audiencia Nacional y en el Tribunal Supremo.

        Su actividad política "discrepante" se inició en el seno del conocido Grupo Tácito, integrado por personajes políticos del franquismo que, conscientes del serio deterioro de la dictadura, proponían la instauración de una "democracia formal", firmemente controlada por las mismas clases sociales que se habían beneficiado del aparato político de la dictadura.
  
       
Entre 1977 y 1980 Otero Novas   fue ministro con  diferentes gabinetes gubernamentales de Adolfo Suárez. Primero fue ministro de la Presidencia durante el llamado "proceso constituyente" de la Transición. A partir de 1979 ocupó el Ministerio Educación durante 18 meses. Aunque su tiempo de permanencia en ese Ministerio fue escaso, durante ese período tuvo tiempo para configurar un aparato educativo muy en consonancia con los intereses más retrógrados de la derecha y de la Iglesia Católica.
  

       A partir de entonces, su vida política activa estuvo repartida entre la UCD y el Partido Popular. Desde 1996, Otero Novas dejó la actividad política, dedicando sus preferencias profesionales al desempeño de actividades más lucrativas en poderosas empresas españolas tales como  Grupo Banco Exterior de España y Filiales extranjeras, La Unión y el Fénix, AGF U.F. y filiales, Transfesa, Elcano, Remolcanosa, U. y el Fénix, Grupo Empresarial San José, Energía (Cepsa), Prensa… etc., etc.
  

       El texto que reproducimos en esta página corresponde  a una entrevista a Otero Novas realizada por un periódico gallego "La Opinión de La Coruña". De ella  hemos escogido las contestaciones  que nos han resultado más significativas y de  mayor interés para nuestros lectores. Ni que decir tiene que las declaraciones de este genuino representante de los sectores más conservadores de la derecha española, deben ser acogidas con las reservas pertinentes. Sus interpretaciones sobre determinados acontecimientos históricos están, en cualquier caso, condicionadas por su propia óptica ideológica.

   
LA ENTREVISTA
  
   -Dígame, por favor, señor Otero, ¿qué pegas le puso Suárez en 1976 al proyecto que usted elaboró para el referéndum de la reforma política que abría la puerta a una participación indirecta del PCE tras la muerte de Franco?
  
      -Suárez era ministro del Movimiento y yo le propuse a Manuel Fraga, que era el vicepresidente y ministro de Gobernación, que el PCE participase de forma indirecta en el referéndum. Suárez me dejó claro que ese era un límite que no se podía sobrepasar.
  

-¿Volvió usted a la carga con su propuesta?

     -En julio de 1976 presenté mi plan de legalización gradual del PCE y Suárez me respondió: '¡No me vuelvas a proponer esto!'.
  

"Los estadounidenses quisieron dejarnos  claro que, si no entrábamos en la OTAN, ellos se encargarían de hacerse con Canarias por su importancia geoestratégica"
  

-¿Qué les prometió Suárez a los generales?

      -En septiembre de 1976, Suárez se reunió con los generales del Ejército, a los que prometió que no iba a legalizar el PCE.
  

-¿Les engañó entonces?
  
      -No creo. En octubre yo me reuní con el rey Juan Carlos y le expuse mi plan de legalización del PCE. Luego se lo comenté a Suárez y éste me preguntó por la opinión del Rey, el cual deduzco que tampoco estaba muy a favor de mi propuesta. Lo que pasó es que tras los fabulosos resultados del referéndum le dejé muy claro a Suárez que ya podía hacer las cosas que decía que no podía hacer. El me respondió: 'Cuenta con ello, José Manuel'. Era diciembre y en enero ya me encargó de convencer a Estados Unidos y a Alemania de que legalizar el PCE no era un disparate.
  

-¿Cómo eran los mensajes que recibía usted de Estados Unidos acerca de los pasos a dar para democratizar España?
  
    -Los presidentes suelen hacer la política internacional al margen de sus ministros de Exteriores y Suárez me tenía a mí para tratar con Frank Mc Neil, un diplomático estadounidense que vivía en Madrid. Un día que el PSOE convocó una rueda de prensa para ponernos verdes se lo comenté a Frank para ver qué debíamos hacer con el fin de evitar que Felipe González fuese a esa rueda de prensa. No me dijo nada, pero González no acudió a la cita. Washington había llamado a Bonn, entonces capital de la República Federal de Alemania, para frenar al líder socialista.


-¿Tanto dependemos de Estados Unidos?

       -Otro día vino Fernando Morán, del PSP, a pedirnos ayuda económica a cambio de apoyo en las políticas de Estado. Tanto Suárez como yo estábamos dispuestos a ayudar, pero Frank me dijo que no debíamos hacerlo.


-¿Es esa la razón por la que dejaron caer al PSP de Tierno Galván?
  
      -Washington no nos pidió que matásemos al PSP, solo nos recomendó que no les diésemos dinero. Así fue y el PSP desapareció.
  
  
     "Matías Vega me dijo que  Canarias sería a finales del siglo XX algo parecido a Cuba o Puerto Rico, refiriéndose a los procesos de independencia...
  

-Señor Otero, ¿cómo consiguieron acabar con el movimiento independentista canario MPAIAC?
   
     -Siempre he mantenido una relación especial con las islas, donde un día me dijo un señor, Matías Vega, que Canarias sería a finales del siglo XX algo parecido a Cuba o Puerto Rico, refiriéndose a los procesos de independencia. Esta afirmación hizo temblar a Fraga. Años después, cuando era ministro de la Presidencia me llegó una información del servicio de inteligencia que decía haber captado una comunicación de la CIA que revelaba que Estados Unidos movía los hilos del MPAIAC para presionar y lograr que España entrase en la OTAN.
  


-¡Qué inquietante!
  
        -Lo que yo creo es que esa comunicación la dejaron pasar los estadounidenses para dejarnos claro que, si no entrábamos en la OTAN, ellos se encargarían de hacerse con Canarias por su importancia geoestratégica.


-Así que Carter les urgió a entrar en la OTAN?
  
        -Lo que dejamos claro a Estados Unidos es que España entraría en la OTAN pero que aquel no era el momento.
  

-¿Por qué se atentó contra Cubillo, el líder de aquel movimiento?
  
      -Cubillo fue un pelele de los intereses de España y Estados Unidos. Se le acuchilló en las calles de Argel, Argelia cerró Radio Canarias Libre y se acabó Cubillo y el MPAIAC.
  

"El atentado a Cubillo yo creo que fue una orden de Washington. Cubillo ya no interesaba porque España iba a entrar en la OTAN".



 -¿Fue Rodolfo Martín Villa el que ordenó ese ataque, tal y como denunciaba Cubillo?

     -Yo creo que fue una orden de Washington. Cubillo ya no interesaba porque España iba a entrar en la OTAN.




       -Dice usted que UCD dio un gran apoyo a UGT y no siempre de forma ortodoxa. ¿Cómo fue eso?

  
        -Se hicieron ciertas maniobras financieras, pero no hay que olvidar que Estados Unidos favoreció el fortalecimiento de la Internacional Socialista dando dinero a Willy Brandt. Nosotros apoyamos esa corriente para hacer un socialismo fuerte y menoscabar, como pedía el Gobierno de izquierda alemán y el de Estados Unidos, al PCE.




          -¿Cómo fue aquella rotunda negativa de González a aceptar la monarquía cuando Fraga le pidió que le dejara gobernar cinco años para que el PSOE le sustituyera otros cinco? ¿No era aquella propuesta una especie de Pacto del Pardo entre Cánovas y Sagasta?

  
        -Fue una especie de Pacto del Pardo, si es que esa carallada ha existido. Creo que Felipe González no entendió lo que le proponía Fraga. Durante la cena, Fraga le habló de la monarquía y ahí sí que González le dejó claro que no la iba a apoyar porque, dijo, 'los socialistas no somos aristócratas'.
  


-¿Cómo reaccionó Fraga?
  
         -Le dijo: 'Te cambio todos tus ingresos por los míos', con lo que le dejaba caer que sabía que además de los ingresos del PSOE, Felipe González podría estar recibiendo ayudas de Willy Brandt.
  


-¿El no someter a referéndum a la monarquía antes que a la Constitución, le salió caro a la democracia?
  
-Sí, porque tuvimos que hacer todo tipo de concesiones a la izquierda y a la sección de la derecha, como la Falange, que era antimonárquica. Adolfo Suárez tragó con casi todas las peticiones, porque en ese momento daba la vida por el Rey.


-¿Compensó el Rey esa lealtad de Suárez?
  
      -A Suárez, como a Antonio Maura, le falló el muelle real.

  
-¿Qué le respondió a Borrell, entonces secretario de Estado de Hacienda, cuando le advirtió en un debate parlamentario: "Díganle ustedes a sus amigos los ricos que tendrán que pagar impuestos"?
  
       -Borrel era un chico inteligente, un buen matemático, pero que desconocía lo que es la Hacienda. Le dije: 'Mis amigos ricos no pagan plusvalías, hacen las plusvalías en el extranjero. Quien paga esas plusvalías son las pobres clases medias'.
  

-¡Vaya, como ahora!

         -Las plusvalías ya no son como eran antes, del 51%, pero sí que siguen ahí esas pobres clases medias.
  

       -¿Usted que trató mucho tanto a Adolfo Suárez como al general Alfonso Armada, ¿por qué cree que dimitió el presidente del Gobierno en las vísperas del golpe de Estado del 23-F?
   

        -Ayudó mucho la postura del capitán general de Canarias, Jesús González del Yerro, que convenció a otros capitanes generales para dar a Calvo Sotelo la oportunidad de ser presidente del Gobierno.
  

-¿No fue ese golpe una chapuza?



         -Tejero no hizo una chapuza sino una genialidad militar al reclutar sobre la marcha a la Guardia Civil y entrar libremente por el Congreso. No podemos ver a Tejero como un chapucero porque nos humilló. Mostramos nuestra falta de grandeza al tirarnos al suelo como escolares.


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