Podemos explica las razones para sumarse a la campaña Paremos el TTIP







Podemos organizó ayer un acto informativo para explicar los motivos para oponerse al Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversiones, conocido como TTIP, que se está negociando a día de hoy con secretismo y opacidad entre la Comisión Europea y los Estados Unidos.


Celebrado en el Círculo de Bellas Artes, contó con la presencia de la eurodiputada Lola Sánchez de Podemos, encargada de este tema en la institución, junto con Rafa Mayoral, secretario de Relaciones con la Sociedad Civil de dicho partido.
En primer lugar tomó la palabra Ramón Espinar, actualmente candidato en las listas que Podemos presenta a la Comunidad de Madrid, que ha explicado la importancia de tratar estos temas “que los poderosos nunca quieren tratar”. Para él, “oponerse al TTIP es que nadie pueda venir de fuera a decirnos lo que tenemos que hacer”.
Después fue el turno de Lola Sánchez que ha relatado su experiencia en el Parlamento Europeo como encargada de ser la voz de Podemos respecto al TTIP. Lo primero que ha querido resaltar es la opacidad con la que se está negociando “este tratado mastodóntico” y que se debe a que “saben que si se conociera, la población se opondría a él”.


La eurodiputada explicó cómo Ignacio García Bercero, jefe del equipo de negociadores delTTIP de la Comisión Europea, prometió a su homólogo estadounidense “la confidencialidad de los papeles de la negociación del tratado incluso durante 30 años después de su aprobación”. Sánchez ha contado que, tras mucha presión política por parte de los grupos parlamentarios de la izquierda europea, consiguieron tener acceso a la lectura de algunos documentos, “sólo los que ellos quieren”. Para ello, el eurodiputado tiene que entrar en una sala donde están custodiados los documentos en armarios con cerradura codificada, vigilado por un funcionario de la Comisión que controla la entrada de móviles u otros dispositivos con los que se pudiera grabar o fotografiar los documentos.
Según aseguró Sánchez, tuvo que firmar una cláusula de confidencialidad de que no va a desvelar nada de lo que ha leído en esos documentos, por lo que no puede dar detalles de lo que se está negociando. Sólo ha afirmado rotundamente que “la Comisión Europea no está defendiendo en absoluto los intereses de los ciudadanos europeos” y que incluso en algunos aspectos, como la regulación del mercado financiero que en EEUU es mayor desde la crisis de 2008, está siendo más agresiva que los estadounidenses exigiendo que éstos liberalicen de nuevo su sector financiero.


Una de las claves del TTIP es la armonización de la legislación que, en opinión de la eurodiputada, “se va a regular a la baja”, por ejemplo, en el caso de los derechos laborales, serán los europeos los que tendrán que reducirlos para equipararlos a los de los estadounidenses. Según ha explicado, el TTIP prevé la creación de una institución supranacional llamada Consejo de Cooperación Regulatoria, que se situará por encima de la UE y en la que funcionarios europeos y representantes de los lobbies defenderán los intereses de las grandes corporaciones en materia legislativa. “Va a ser un auténtico Tribunal de la Inquisición, un atentado contra la democracia y la soberanía de los pueblos europeos”, ha alertado Sánchez.
Existe además un mecanismo de arbitraje ideado por el TTIP para la protección de las inversiones, el llamado ISDS. Sería un procedimiento mediante el cual “las empresas podrían llegar a demandar a los Estados cuando una ley aprobada por éstos afectara a sus intereses”, que además se celebraría en secreto y no admitiría reciprocidad, es decir, los Estados nunca podrían demandar a las empresas en el caso contrario.
En la vida cotidiana de los ciudadanos, según la eurodiputada, este tratado supondrá una “inundación de productos estadounidenses en el mercado europeo” con un etiquetado no identificable y con menores controles sanitarios y de ciertos químicos prohibidos a día de hoy. Carne hormonada, transgénicos, productos químicos y fertilizantes de Monsanto, fracking, prohibición de desprivatizar servicios públicos como el agua, desregulación en el control de armas europeo a favor de los lobbies del sector, liberalización de licencias para medicamentos, privatización del sector sanitario y educativo, venta de vivienda pública a fondos buitre, etc. Todas estas cuestiones pueden quedar blindadas, por lo que Sánchez ha asegurado que si llega a pasar, “no va a servir de nada votar”.


A por una gran movilización europea

Tras alertar de las graves consecuencias que puede tener la aprobación de este tratado para los ciudadanos que, según Sánchez “nos va a cambiar la vida por completo”, los representantes de Podemos animaron a la población a movilizarse y difundir las razones para oponerse al TTIP. Además de participar en las manifestaciones organizadas el 18 de abril, como segundo día internacional de lucha contra dicho tratado, Podemos pretende seguir trasladando su mensaje a los ciudadanos y convertirlo en un tema crucial de la agenda política, “a pesar del bloqueo mediático”.
También resaltaron que la movilización en otros países europeos está teniendo algunos éxitos y que, por ejemplo, la negociación sobre el ISDS está paralizada a raíz de una encuesta entre más de 150.000 europeos en la que el 97% se declaró en contra. Por otra parte, algunos eurodiputados del grupo socialista, ninguno español, han comenzado a manifestar su oposición al tratado. “Por ahora sólo están en contra los grupos de izquierda y los verdes, pero si los socialistas decidieran volver a ser socialistas, tendrían que pararlo”, afirmó Sánchez.



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