LA IMPOSIBLE MISIÓN DE ESTAR SANO EN EL CAPITALISMO


Entrevista al psicoanalista y psiquiatra Alfredo Grande

  

¿Es posible considerarse totalmente sano en una sociedad capitalista? ¿Puede quien no padezca anorexia, bulimia, drogodependencia, ludopatía, pleonexia, bipolaridad psicológica, hipocolesterolemia, obesidad o diabetes considerarse una persona sana?

“Depresión, adicciones, enfermedades psicosomáticas, la llamada violencia de género, feminicidios, maltrato abuso e incesto con niñas y niños, mobbing laboral, bulling, groming, acoso por Internet, pedofilia…, son enfermedades que el psiquiatra Alfredo Grande identifica como productos de “la cultura represora” propia de la sociedad capitalista, aunque no seamos conscientes de ello.

La alienación o enajenación es la enfermedad fundamental del hombre, pues constituye el punto de partida de todos sus males emanados del capitalismo, afirmaba Marx.

Siendo el capitalismo un sistema sin freno al crecimiento de la producción, que impone un estilo de vida en el que se debe consumir a un ritmo cada vez más rápido de todo cuanto se produce, es lógico que terminemos siendo unos prefectos neuróticos funcionales, por la inadaptación a una realidad hostil con la que no podemos romper individualmente.

El ritmo de trabajo en el capitalismo, el pluriempleo, el descanso y la recreación escasa o imposible; la rivalidad omnipresente disimulada con la eufemística sana competencia”, son el caldo de cultivo de la patología psicológica.

En este sentido, se conoce que una de cada cuatro personas padece algunaenfermedad mental relacionada con sus condiciones de trabajo o estudio y que la depresión constituye la principal causa del suicidio.

Solo en el Estado español, en 2007 se computaron 400.000 personas que padecían esquizofrenia. El filósofo francés Gilles Deleuze y el psicoanalista y también filósofo Félix Guattari relacionaron los primeros diagnósticos de la enfermedad que hoy se conoce con este nombre, coincidiendo con la aparición del capitalismo.

Téngase en cuenta que el sistema capitalista expulsa a los individuos que no le son útiles y los margina. E incluso a los que siguen siendo “útiles”, tal como consideraba Michael Foucault, los aísla en su casa y, finalmente, en su propio cuarto.

En definitiva, si asumimos que la libertad es la negación de toda esclavitud, y que esta última se impone necesariamente en un sistema económico y social sostenido en la explotación, estaremos de acuerdo en que el objetivo de alcanzar la salud personal y social exige adoptar a nueva perspectiva focal y conceptual.

En ese propósito de enfocar nuestra mirada a los conceptos de salud, la visión renovadora de Alfredo Grande, activista, psicoanalista y médico psiquiatra; presidente y fundador de la cooperativa de salud Atico– 1986– y colaborador de la Agencia Pelota de trapo (página web periodística del Movimiento Chicos del Pueblo), tiene muchas cosas que aportar.





Por JUAN ANDRÉS PÉREZ RODRÍGUEZ

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