Policía y CNI vuelven a chocar a cuenta de las competencias antiterroristas


En el centro de la polémica se encuentra la creación el pasado octubre del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad

Uno de los últimos conflictos lo ha desatado el caso de espionaje sufrido en la Comisaría General de Información por parte de una supuesta intérprete de árabe


Ignacio Cosidó, director general de la Policía, y Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior.
Ignacio Cosidó, director general de la Policía, y Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior.
Para calmar los ánimos, no hay nada como retirarse al campo. Pájaros cantando, árboles en flor, la suave brisa en la cara, el móvil apagado… y las placas en la puerta. El pasado lunes tuvo lugar en el Monasterio de San Isidro de Dueñas (La Trapa), en Palencia, una reunión policial de alto calado rodeada del más opaco secreto. Unos ejercicios espirituales de la cúpula del CNP para aliviar las tensiones de la gran ciudad, aprovechando que éste será uno de los últimos cónclaves de la legislatura.

La Junta de Gobierno de la Policía, presidida por el director general,Ignacio Cosidó, y con la presencia del Director Adjunto Operativo (DAO), Eugenio Pino, se ha celebrado en pleno medio rural mesetario, quizás buscando una tranquilidad que últimamente no parece estar muy presente en los despachos del alto standing policial. De hecho, el propio Cosidó, salmantino de nacimiento pero palentino de crianza, suele buscar la compañía de estos monjes trapenses -con los que tiene muy buena relación- cuando quiere encontrar la calma.
Los temas a tratar, los esperados. Según ha podido conocer este medio, el control de fronteras y el terrorismo internacional han copado buena parte de las conversaciones. Pero también las tensas relaciones entre el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), con la atribución de competencias como escollo fundamental. Y es que en todo Occidente los trabajos de Inteligencia Interior -de fronteras para adentro, para entendernos- corren a cargo de agentes de policía. Sin embargo, en España el CNI se resiste a entregar la cuchara y renunciar a dichas competencias.

En el centro de todas las polémicas se encuentra la creación el pasado octubre del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad, mediante la integración del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) y del Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado (CICO). Con ello, el ministerio del Interior pretendía aunar esfuerzos y crear una división operativa dirigida por policías pero que también tendría miembros del CNI y de Instituciones Penitenciarias.


El caso de la ‘espía intérprete’, el enésimo encontronazo

Según ha podido saber Información Sensible, una de las cuestiones más delicadas que se trataron en la reunión es el caso de espionaje sufrido en la Comisaría General de Información por parte de una supuesta intérprete de árabe. Según las fuentes consultadas, la citada mujer habría sido pillada in fraganti sustrayendo información clasificada de uno de los ordenadores de la Comisaría y llevándosela introducida en un pen drive.
Al ser interceptada, finalmente acabó derrotando (en argot policial, hacer una confesión) que trabajaba a las órdenes del CNI. Fue detenida e imputada, y el caso fue judicializado en un primer momento en la Audiencia Nacional, aunque finalmente la causa ha sido transferida a los juzgados de Plaza de Castilla.


Los sindicatos, enfadados

No es habitual que estos encuentros, programados trimestralmente, se produzcan fuera de Madrid. Pero no es la primera vez que el Monasterio de San Isidro de Dueñas, conocido como La Trapa, es el escenario de una Junta de Gobierno policial.
Los días 16 y 17 de mayo de 2013, hace casi exactamente dos años, el propio ministro del Interior presidió una reunión similar. Aquella presencia fue calificada en su momento como algo excepcional ya que el protocolo dicta que debe ser el director general, en este caso Cosidó, quien ejerza de cabeza política en dichos encuentros. En aquella junta tomaron parte 14 altos mandos de la policía.

Los sindicatos policiales son muy críticos con que estas reuniones se celebren fuera de Madrid ya que opinan que “se incurre en gastos innecesarios”. Y es que las dietas diarias de cada alto cargo asistente estarían en torno a los 500 euros.

CARLOS MIER

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