Catolicos retorcidos

Fernández Díaz, el martes, durante su intervención en la reunión de directores de centros penitenciarios. / P. Campos (Efe)
Dice Nic Pizzolatto, creador de la magnífica serie ‘True Detective’, que solo puede escribir  “de hombres torcidos”. Suena interesante. Escarbar en las sombras del ser humano, hurgar en las entrañas de los desheredados, remover historias de perdición y derrota. Pero seamos realistas y comencemos por el principio: ¿Qué es un hombre torcido? ¿Aquel con la columna vertebral desviada? ¿Un político capaz de financiar su partido mediante comisiones ilegales? ¿Un economista que disfruta de su tarjeta black en un club de carretera? ¿Un ministro que utiliza el dolor de las víctimas del terrorismo con fines electorales?

Un hombre torcido es aquel que por las mañanas se refleja difuminado en el espejo de la vida. Hay hombres que han nacido torcidos. La mayoría se tuerce en el camino.

Ahí tienen al ministro del Interior, Fernández Díaz, un hombre cabal, sin pendientes ni coletas, de los que se visten por los pantalones, de misa diaria y comunión dominical, echado a perder por la jodida política. “Con Pablo Iglesias hoy ETA seguiría aterrorizando a la sociedad o habría conseguido sus objetivos”, asegura un visionario Díaz mientras en su cabeza resuena el octavo mandamiento. “No mentirás”, escucha camino del confesionario donde enderezan hombres provisionalmente torcidos.

¿Puede un tipo recto, miembro del Gobierno de un país democrático, acusar a un miembro de la oposición de terrorista o cómplice de terroristas? Por supuesto. Ahí tiene a un colega de Díaz, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, que considera “deplorable que Pablo Iglesias esté siempre a favor de los asesinos”.

Líderes políticos. Hombres venidos a menos. La codicia y el poder, el miedo a la caída, son capaces de doblegar al más recto de los individuos.

En nuestros días, los hombres torcidos tienen perfil ganador. Los rectos son adictos al fracaso. “El alcalde de Cádiz fracasa en su intento de parar un desahucio”, titula un ABC que parece disfrutar con el revés sufrido por el edil. Sobre todo si comparamos su titular con los de otrosgrandes medios: “El alcalde de Cádiz media en un desahucio”; “El alcalde de Cádiz presencia in situ el desalojo de una familia que había tratado de evitar”; “Primer desalojo en Cádiz pese a la mediación del nuevo alcalde”.

Para ABC, el alcalde ha fracasado. Para otros muchos es un tipo admirable. Lo ha intentado. Está con la gente, que es con quien debe estar la nueva política. La vieja es tierra de hombres torcidos.

Hombres torcidos

JAVIER PÉREZ DE ALBÉNIZ | Publicado: 

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